3 de mayo de 2010

Sexo para leer


Así es. El sexo que se disfruta sentado cómodamente desde el sofá de casa, desde el trabajo… definitivamente, desde cualquier sitio. Y para poder disfrutar de ello uno de los buscadores más conocidos mundialmente ofrece aproximadamente un millón de páginas webs para que el lector se deleite de relatos de todo tipo. Y es que los relatos eróticos están divididos en decenas de categorías, así pues, lo que busques, lo encontrarás. La verdad es que para aquel que disfruta de este tipo de lectura es un placer navegar por las páginas y leer mil y una historias de lo que exactamente necesitas leer en ese momento.

Se trata de un tipo de lectura que habitualmente se disfruta en la estricta soledad y con el fin de darse placer uno mismo. La verdad es que no me imagino a un grupo de amigos reunidos alrededor de una mesa mientras otro lee un relato. Y no porque no pueda, pero es que normalmente este tipo de relatos suelen conseguir un efecto orgásmico y claro, no me imagino a unos hablando de fútbol y a otros masturbandose, aunque la verdad, tampoco sería nada extraño. Da la sensación de que los hombres tienen mayor facilidad para practicar sexo en grupo, ¿no creéis?


En muchos relatos coinciden algunas ciudades, algunos personajes, estereotipos, ciudadanos. Concretamente, leí uno hace tiempo en el que un grupo de estudiantes alquilaban un apartamento en Budapest. Todo el grupo eran chicas y en este caso, todas vivían diferentes tipos de relaciones sexuales: violaciones, sexo en grupo, zoofilia, relaciones consentidas, felaciones, etc. Se trataba del relato perfecto porque contenía prácticamente todo tipo de sexo. Todo ello en una de las ciudades más fascinantes del continente europeo. Y vosotros, igual que ellos podéis disfrutar de uno de los Apartamentos en Budapest y quizás, vivir las mismas experiencias que las que vivían los protagonistas de aquel relato erótico.

Sin embargo, hay muchos que dicen que este tipo de relatos son sustitutivos del sexo. ¿Sustitutivos? Yo creo que no, quizá un complemento, otra forma de profundizar en el sexo, en otro tipo de sexo. Los relatos eróticos te dan la posibilidad de sumergirte en mundos en los que a lo mejor no resulta fácil acceder.

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